miércoles, 24 de febrero de 2010

Definirse

Nunca es fácil poder definirse. Si algún amigo en una fiesta nos dijese que lo hiciéramos, necesitaríamos mucho tiempo para pensar. Me pregunto si es necesario hacerlo. ¿Tiene alguna ventaja, o por el contrario son todo inconvenientes?. En este momento no sabría qué decir. ¿Llegaríamos a ser sinceros con nosotros mismos?. ¿Seríamos verdaderamente objetivos?. ¿Por dónde empezar?. Si dijese por ejemplo: me considero una persona extrovertida, ¿qué pasaría cuando no tuviese ganas de darme a conocer; sino más bien de pasar inadvertido?. ¿Soy esclavo de mi propia definición?. De todas formas podemos hacer algo parecido. Definir cómo nos gustaría ser y luego intentar hacer los cambios para lograrlo. Un poco más gratificante.
Ser sinceros con nosotros mismos a la hora de definirnos es muy duro. Tendemos siempre a esquivar ciertas autocríticas buscando en los fallos de los demás inflar nuestro ego, como un globo. Pero, ¿qué le ocurre a un globo cuando se hincha demasiado?.
A veces pienso en buscar el equilibrio, llegar a un acuerdo, una especie de tregua. Yo no me defino pero tampoco cruzo los brazos. En constante movimiento, como una rueda, sin exceder los límites de velocidad, sin frenazos bruscos.
¿Cómo me definiré dentro de cinco años?. Ni idea, tampoco podría hacerlo ahora. Bueno, sí. Me defino como una persona a la que no le gusta definirse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario