martes, 20 de abril de 2010

Cambio de hábitos

No me refiero en este caso al famoso hábito del monje, donde el refrán deja bien claro cómo las apariencias no pueden otorgar el ejercicio; encamino los pasos hacia el modus vivendi en sí mismo.

Al margen de sesudos estudios realizados por las más prestigiosas universidades, para darse cuenta cómo hacer ejercicio físico por la mañana nos beneficia de forma diferente a si lo hiciéramos por la noche, yo abogo por experimentar cada uno en sus carnes un cambio de hábitos. Desayunar algo diferente a lo habitual, en horario desacostumbrado, recorrer el camino hacia el trabajo por rutas diferentes, hacer eso mismo adoptando nuevas posturas, no sé... pocos cambios pero a la larga ir elevando su número y naturaleza. ¿Qué pretendemos lograr con todo esto?. Pues para empezar, por un lado ejercitar de nuevo el cerebro volviendo al modo manual, rechazando el piloto automático. ¿No te das cuenta de que frente a los mismos estímulos y sensaciones día tras día, encima éstas todas predecibles, evitamos asociar ideas y conceptos, aprender nuevos conocimientos y todo se convierte en comportarse por inercia?. También conseguimos volvernos más atentos, observadores y curiosos. ¿Quién se fija detenidamente en los detalles cuando siempre circula, lee o elucubra por los mismos caminos?. ¿Nunca le has dicho a alguien: es verdad, siempre he pasado por aquí y nunca me había dado cuenta?. La observación es una aliada incansable, inagotable, rejuvenecedora y gratificante. Con ella aprendemos más y mejor, porque no es un conocimiento leído sin más o la palabra del profesor en base a su experiencia; somos nosotros quienes fijamos nuestra atención, concedemos prioridades y establecemos relaciones. Primera conclusión: el cambio de hábitos favorece la observación, un hábito perdido hasta entonces, valga la redundancia.

¿Podríamos extraer más conclusiones sobre los beneficios de la cuestión que nos ocupa?. Bueno... yo por lo pronto encuentro satisfacción a la hora de enfrentarme con nuevos retos, nuevos conceptos y diversidad de cosas por aprender. Hacer algo diferente de vez en cuando siempre viene bien, nunca se sabe... Eso sí, uno de los hábitos que no pienso renunciar es el de la reflexión. Espero ustedes concuerden conmigo.

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