jueves, 22 de abril de 2010

¿Qué persigue el escritor?

No hace mucho tiempo he visto en televisión un reportaje sobre best sellers, con la inestimable aportación personal de escritores conocidos mundialmente. Algunos eran sinceros y me sorprendieron sus palabras cargadas de humildad, otros en cambio concedían excesiva importancia a los gustos de los lectores, abrumados por la idea de defraudarlos en la próxima entrega. De EEUU, Reino Unido, Alemania, Francia... cada cual daba consejos a los escritores noveles, aquellos a ser tenidos en cuenta en un futuro. Pero lo más alucinante, para rematar el reportaje aunque cada cual lo verá desde ua perspectiva diferente, fue una especie de casting entre agentes literarios (en un hotel de Nueva York) para captar nuevas promesas. Tenían poco más de cinco minutos cada uno, esperando pacientemente en hilera, para sentarse frente a una persona y contarle sobre qué trataba su obra. Fue gracioso por no decir otra cosa como lamentable, ver cómo habían sujetos con ganas de hacer caja ipso facto, sin importarles otras muchas cosas puestas en juego a la hora de plasmar ideas o sentimientos. - Aquí se trata de entrar en la lista de los diez más vendidos, y así seré más chachi que nadie, me da igual el resto. Me invento una historia con unos personajes simpáticos, decididos y cojonudos y a vender ejemplares como churros -. ¿Realmente esto es así de deprimente?. Por no hablar de los cursos literarios de andar por casa, que ponen en tus manos una serie de herramientas para desarrollar una trama pero no transmiten al alumno el gusto por la belleza de las expresiones, para mí fundamental.

¿Qué persigue el escritor?. Al margen de buscafortunas y éxito fácil, un escritor de los de verdad - y esto es totalmente subjetivo - deberá estremecerse con cada expresión acertada de su novela. Sus personajes han de ser tan reales a sus lectores como lo es él mismo, y eso se consigue humanizándolos con defectos y fracasos. Conversaciones más agudas y sentimientos puestos en boga harán el resto, porque cuidanto al detalle la construcción de frases sin rellenar por rellenar, leer se convierte en un placer y no en mera distracción.

Puede que más adelante yo también me anime, pero de momento me entreno con el blog. Ahora sólo persigo vuestros excelentes comentarios.

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